Mercado laboral

Como todos sabéis el mercado laboral está muy mal, peor que mal diría yo. De verdad que se me parte el alma al ver licenciados cum laude pasándome las croquetas por la caja del Mercadona y os aseguro que haberlos, hailos. Hoy en día los jovenzuelos proletarios hacemos alarde de toda una serie de técnicas de búsqueda de empleo que dejan con la boca abierta a los de la generación anterior. Una de esas técnicas consiste en recurrir a Internet, ya sea de forma activa buscando puestos en distintas páginas o de forma pasiva, introduciendo el currículum en algún portal creado para tal efecto.

No puedo yo quejarme de las oficinas virtuales de empleo pues mi primer trabajo, el que te otorga esa experiencia tan demandada, me llovió del cielo gracias a una de estas webs. Aún así hay algo de estos portales que me escama. Me vengo dando cuenta de que a menudo me llegan ofertas de trabajos que no tienen absolutamente nada que ver con mi perfil. No me canso de revisar los datos que introduje el primer día y veo que las preferencias están bien marcadas. Aún así, recibo propuestas de trabajo de lo más disparatadas. A continuación os dejo una lista de las que más me han impactado a lo largo de estos años de búsqueda:

1. Forrador de estuches: esta oferta me estuvo llegando durante seis meses. Por más que leía en qué consistía el trabajo, todavía hoy no sé qué hace un forrador de estuches profesional. Es más, ni siquiera sé para qué coño se forra un estuche.

2. Carretillero: esta oferta aparece en mi correo de forma esporádica. No creo que sea un mal empleo, pero es que no tengo el carné para conducir carretillas. Ya me costó lo mío sacarme el del coche, no quiero ni imaginarme cómo sería el examen práctico de esto.

3. Mimo: ésta me ha llegado en un par de ocasiones. Digo yo que con la cantidad de gente que se dedica a poner en práctica este arte en las calles, también hay que ser tiquismiquis para pedir un currículum. Supongo que los que me mandaron la oferta se pasaron por el forro el apartado que rellené sobre mis habilidades comunicativas...

4. Go-go: esta oferta me llega mensualmente. Y me parece raro porque no mencioné al introducir el perfil lo de aquel concurso de pasodobles. Aún así me resulta muy curioso que me ofrezcan un trabajo así, que yo sepa en la facultad no tenía ni una sola asignatura de "meneo corporal", ni siquiera como optativa.

5. Actriz porno: os lo juro, una vez me llegó una oferta para este trabajo. Ahí fue cuando me puse a revisar seriamente los datos de mi perfil. Lo mejor era la poca exigencia de la solicitud: "no hace falta que seas muy guapa ni que tengas experiencia con cámaras". Ahmm, si queréis saberlo, pagaban 6.000 euros por los servicios laborales. Si a alguna le interesa, aún tengo la oferta guardada por su valor surrealista. Si queréis os paso los datos. Seré discreta, lo prometo.

Pese a lo anteriormente escrito, os animo a que dejéis vuestro currículum en una de estos portales de búsqueda de empleo. Quizá tengáis suerte y consigáis algo bueno. Si no, pues te mandarán ofertas de estas extrañas y por lo menos, te echas unas risas.

PD: Quiero agradeceros a todos el tiempo que dedicáis a este humilde ser que escribe. Jamás pensé que este blog lo fuera a leer nadie, o en el caso de que lo hiciera por coacción mía, que volviera por su libre albedrío. Gracias de corazón.