martes, 12 de enero de 2010

La teoría de Nochevieja

Hoy me he dado cuenta de una cosa importante. He descubierto que el planteamiento de la fiesta de Nochevieja es uno de los indicativos que mejor reflejan que te has hecho mayor. Mi teoría se sustenta en varias premisas que paso a detallar.

- Decisión del plan. Cuando eres joven, tu plan sobre qué hacer en nochevieja está definido, como muy tarde, la primera semana de diciembre. Cuando no eres joven, el mismo día 31 llamas a los amigos por la tarde y preguntas, ¿Oye, pero al final luego vamos a hacer algo o qué? También existe la posibilidad de quedar directamente después de las uvas para decidir qué vas a hacer. Por último, también puede pasar que decidas quedarte en casa.

- Atuendo. Cuando eres joven buscas un bonito vestido para la fiesta de Nochevieja. Como a principio de diciembre ya sabes qué vas a hacer, te da tiempo a buscar todos los complementos a juego con el vestido. Además, una semana antes, ya tienes cita en la peluquería para que te hagan un peinado de esos con purpurina. Cuando no eres joven, difícilmente vas a salir a comprar ropa para Nochevieja. Tiras de fondo de armario y, al final, acabas vistiendo lo mismo que cualquier fin de semana que sales.

- Hora de quedar. Cuando eres joven, a las doce y diez de la noche ya está saliendo por la puerta. Te comes las uvas, besas a los familiares y, cual correcaminos, te diriges al lugar de tu fiesta. Cuando no eres joven, quedas si eso a partir de la una, aunque la gente irá llegando si eso más bien a partir de las dos.

- Hora de recogerse. Cuando eres joven no puedes recogerte temprano. Entre otras cosas, porque debes lucir el moño con purpurina lo máximo posible. Aunque, eso sí, como has llegado a las doce y media a la fiesta, a las cinco de la mañana ya apenas puedes andar y estás como para acostarte. Pero amigo, es Nochevieja y hay que quemar los cartuchos. Cuando no eres joven, a las cinco de la mañana es cuando empiezas a pisar los bares y, sorprendentemente, terminas recogiéndote más bien pronto, porque los cartuchos te los dejaste en casa.

- Fases de la noche. Cuando eres joven, debes vivir todo el proceso de Nochevieja. Uvas, cotillón, alcohol, bailes, pelotazo, más bailes y churros. Cuando no eres joven, si te saltas alguno de los pasos, o incluso todos, tampoco pasa nada.

- Anecdotario. Cuando eres joven, recordarás con claridad todas las cosas que te sucedieron en la fiesta de Nochevieja. Es más, puede que hasta tengas fotos para aportar documentos gráficos a tus anécdotas. Luego vas comentando con todo el mundo qué hiciste esa noche. Cuando no eres joven y te pregunten por ahí, responderás: “pos bien”, sin aportar más detalles. Apenas recordarás un par de anécdotas y, por supuesto, no tendrás fotos que inmortalicen el momento. Porque, cuando no eres joven, Nochevieja es, básicamente, una noche como cualquier otra.