Todo el mundo tiene derecho a estar triste o, en su defecto melancólico. ¿Pero qué ocurre cuando comienzas a aborrecer esa sensación? Puedes hacer muchas cosas destructivas y quizás, algo constructivo como elucubrar una serie de remedios que nunca existirán.Podrían inventar un remedio farmacológico, más allá del prozac y similares, algo eventual. Una pastilla que te quite la tristeza aunque sólo sea durante un par de horas. La tomarías justo cuando notaras los síntomas: nudo en el estómago, labios decaídos, lagrimal húmedo. El efecto sería inmediato y te ayudaría a aguantar el tipo hasta que pudieras llegar a casa y esconderte en un rincón oscuro.
También deberían inventar un filtro para el teléfono. Una especia de “bandeja de mensajes deprimentes” o “dos llamadas jodidas”. Así evitarías sentirte triste al recibir una mala noticia o una patada al alma, vía sms.
Otro remedio sería la pantalla del cajero. En vez de salirte las letras en números rojos, debería aparecer un bonito mensaje que te recordara lo mal remunerado que estás para lo estupenda que es tu valía profesional y personal.
La radiodifusión podría poner de su parte y crear “tristeza F.M.” una radio donde, además de canciones que te hagan sentir bien, el locutor te incite a sonreír y a olvidar tus problemas aunque sólo sea el ratito que sintonizas la emisora.
Estaría bien que nuestro cuerpo somatizara la tristeza de manera útil. Quizá nos podría salir una peca en forma de media luna en una mejilla cuando nos sintamos mal y así la gente, al verla, sería mucho más amable con nosotros.
¿Recogemos 1.000 firmas tristes para que pongan algo de esto en práctica?
9 comentarios:
Deberían haber, igual que hay centros de desintoxicación para drogodependientes, centros de reanimación para depresivodependientes... Un sitio donde no haya más que gente que te entienda, que te de un abrazo cuando lo pidas, que te sepa escuchar...
Y que no sea una secta...
¿Que hacer? Vivir en fantasía...
Coño:fácil solución:un bar con alcohol a saco,lsd,opio y monguis si me apuras,y black metal todo el día y a toda ostia.
Con eso matas toda pena y casi todo pensamiento,vamos.
Gracias por las sugerencias :D
Blackheart: lo de que no sea una secta va a ser complicado. Hoy en día se crean sectas hasta en la cola de la panadería. De todos modos, siempre he pensado que los mejores abrazos son los que se dan sin pedirlos :)
Arol: la finalidad era proponer algo constructivo. Puede que el alcohol, el lsd y el opio pospongan la tristeza, pero la Organización Mundial de la Salud nunca te lo va a reconocer. xDDD
Más triste es mandar tu foto con ilusión pa ilustrar un artículo de homenaje a un difunto y que toda la cadena de productividad censure la imagen, debido a tu careto feo. Cuando la fealdad es subjetiva, vale. Cuando parece que no lo es, malo.
Supongo que no es buena idea atestarse la cara con pecas en forma de media luna. Además, la amabilidad sí que es algo subjetivo.
Peor lo pasó Baby Jane y la pobre bailaba feliz en la playa
Siempre solemos ver la tristeza como algo negativo y nunca nos paramos a pensar en lo positivo que tiene. La sensación de vacío que genera provoca sensaciones y setimientos que logra que una persona escriba algo que nos pueda llegar a transmitir, nos hace recordar aquello que hemos tenido y no hemos llegado a valorar e incluso acordarnos de aquellas personas que nos hacia tanto reír y que tanto necesitamos en ese momento a nuestro lado. Estaría genial que hubiese algo que curase la tristeza, que nos aliviara de ese momento que lo único que quieres es estar sol@, pero queramos o no, la tristeza es algo que nos pertenece y nos hace valorar cosas que cuando estamos bien no caso le hacemos.
PD: Estoy de acuerdo contigo en que los mejores abrazos son los que se dan sin pedirlos.
Bikiños.
Sinceramente... Una depresión no provoca sensaciones de las que, si salgo, me quiera acordar. Me gustaría pensar que si logro transmitir algo es porque tengo algo que contar, y que no tengo que estar con el alma hecha cenizas para que lo que cuente tenga sentido...
Valora lo que tienes, no lo pierdas, y no hagas nada de lo que te puedas arrepentir. Si te tienes que confesar hazlo, pero asegúrate de que te arrepientes...
A veces hay que estar triste para apreciar la felicidad. Cuantísima belleza hay en la melancolía. El problema, como todo en la vida, es el exceso. Cuando esa sensación se presenta día tras día puede llegar a ser angustioso. Normalmente, cuando uno tiene el alma hecha trizas, lo que cuenta no suele tener sentido. El filtro de la tristeza nos hace ver esperpentos.
Me ha encantado tu blog. Estoy totalmente de acuerdo contigo.
Muchas gracias por la visita y el comentario, Lorelayn. Bienvenid@ al blog. Ponte cómod@ que estás en tu casa. :)
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