Prometí no hablar de mi vida en este blog por muchos motivos que no vienen al caso. Hoy voy a hacer una excepción porque me lo ha pedido la única persona que tiene que ir de cena de empresa a otro continente (un besis, corasón). Confirmo que el título de esta entrada podría componer una saga que sería la envidia del mismísimo George Lucas. Y es que mi vida está llena de momentos absurdos, patéticos y surrealistas que algún día me entretendré en recopilar para que las futuras generaciones estudien el devenir cotidiano de un extraño ser post-modernista.
Era mi primer año de instituto y acababa de colgar el uniforme. Tenía 13 años y por aquellos tiempos, era uno de los seres más cándidos que pululaban por el planeta. Aún así, no sé si sería por mi aspecto físico o mi manera de vestir, pero no parecía el alma de cántaro que realmente era. El caso es que yo estudiaba en un instituto que se encontraba en el pleno centro de la ciudad. En los recreos, salíamos a una de las plazas más céntricas, por la que casi toda Murcia pasaba a esas horas.
Por aquellos tiempos, solía pasearse por nuestro "patio de recreo" un cantante que tenía cierta fama en los círculos musicales alternativos. Era muy pintoresco porque tenía una mata de pelo rizado que apenas dejaba ver su cara. Cada vez que pasaba, todo el mundo le miraba, se daba codazos y hablaba de aquel fulano y de su grupo que, parecía ser, sonaba muy bien.
Un buen día, estaba yo sentadita en un banco de la citada plaza, cuando aquel muchacho de extensa melena rizada se me acercó. Me preguntó: "¿tienes papel?". Yo le mostré una de mis mejores sonrisas al prometedor músico y le dije: "claro que sí, buen hombre". Entonces, abrí mi archivador y comencé a buscar al mismo tiempo que preguntaba... "¿de rayas o de cuadros? El muchacho se echó a reír y me dijo, "anda, déjalo... pero gracias ehhh". Se marchó descojonándose y yo me quedé con mis folios en la mano sin entender nada.
Con el tiempo, los rumores de que su grupo sonaba bien se confirmaron. Creo que se cambiaron el nombre y ahora se llaman M-Clan...
8 comentarios:
¿Se le permite a uno reírse?...
Vaya tela,desde luego.
Querido Arol: por su puesto que puedes reírte. Yo lo hago cada vez que me acuerdo. xDDD Gracias por el comentario :)
Jajajajjajaja!!!!!!!!!!!!
Te animo a que la próxima entrada tenga que ver con pimientos y extraterrestres. Es bueno compartir estas cosas con los mortales. Besos descojonados
Querida Ego: gracias por la sugerencia pero creo que no estoy preparada para plasmar esa anécota. Señorrrrr si es que me pasa todo. Gracias por el comentario :)
Bonica!!! jajaja!!! Creo que me contaste aquello por primera vez en segundo de la carrera o algo así, que risa... pero vamos, que a mi me hubiera pasado lo mismo o seguro que peor, que tu dices que entraste en el instituto un poco así, pero yo llegué agilipollada también a la universidad, y eso sí que es para reirse. Menos mal que los jueves con vosotras sirvieron para algo!!
Un besico, guapa.
Querida veronika: no digas eso que no es cierto!!! Cómo ibas a estar agilipollada si nos engañabas a todos pa cerrar los after-after los jueves... y la de años que nos estuviste engañando!!! Gracias por el comentario bonica mía. Muchos besis :D
M-Clan, famoso grupo conocido por una versión muy buena de un grupo (la de he visto una uz) y por hacer rimas dignas de cuadernillos Rubio (te fuiste a Moscú y me dejaste sin menu... uno se pregunta, ¿pero que coño?).
A lo mejor el haberle dado ese papel hubiera supuesto un porro que le habria sentado mal y se habría muerto... ¿No es como la paradoja esa de que si fueras al pasado y salvaras a una vieja, a lo mejor era la madre de Hitler?
En fin, no te apures. Yo un día entré a mear a un bar y cuando salí el bar estaba cerrado... Y yo dentro xDDD
Ya te contaré, besis!!!
Querido Blackheart: gracias por el cambio de perspectiva. Aunque estoy segura de que conseguiría el papel de otro ser menos inocente :) Qué agobio lo de quedarte encerrado en el bar!! Ya me contarás cómo saliste... Muchas gracias por el comentario. Besisss rebonico!!
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