Último decálogo del año

No se me ocurre mejor último comentario del año que un decálogo, elemento que sin muy bien quererlo se ha convertido en la seña de identidad de este blog. No será éste un decálogo de cosas de las que me he dado cuenta durante el 2007, porque no tengo tanta memoria y porque me sería realmente imposible escoger sólo diez eventos. Simplemente recogerá las impresiones desde el último de los decálogos, que tampoco está mal. No me lanzo al ataque sin antes desearos de nuevo feliz año 2008 y agradeceros a todos, una vez más, que estéis ahí animando y soportando las peores horas y compartiendo los mejores momentos (que de todo hay) de este humilde ser que escribe. Ya sé que nunca lo digo porque soy menos cariñosa que un gato mientras lo bañan, pero os quiero.

1. La facultad de Medicina puede llegar a ser muy siniestra. Con esa forma de pentágono y esas aulas del siglo vetetúasaber. Haces ahí una ouija y seguro que te sale un espíritu que hasta te pone un café con leche. Además, no tiene aseos femeninos y los ascensores no llevan a ninguna parte. De verdad que da susto.

2. Me resulta realmente traumático afirmar que la relación de pareja más normal que conozco es la de mi perro.

3. El cartel de la película REC reza así: "¿quieres sentir el auténtico miedo?" Cierto es que la película acojona bastante, pero sintiéndolo mucho por sus autores, el auténtico miedo se siente subiendo el Puerto de la Cadena en obras.

4. Si hay algo que me gusta de estas fiestas, es que puedes ver a la gente que vuelve a casa por navidad. Luego te da rabia porque se vuelven a sus respectivos olivos, pero al menos durante unos días los sientes más cerquita.

5. Es humanamente imposible aparcar a menos de un kilómetro a la redonda de El Corte Inglés durante las navidades. Si lo intentas, consumirás el mismo carburante que si hubieses rodeado la península y además, no aparcarás.

6. Últimamente me han dicho muchas cosas sobre el amor, pero me quedo con el saber popular condensado en la siguiente sentencia: el amor dura lo que dura dura (¿se pilla, no?)

7. Por muy jodida que esté, siempre hay alguna persona que con cualquier pequeño gesto me alegra el día. Lo verdaderamente sorprendente es lo de mi hermano. No sé cómo lo hace, pero incluso en los peores momentos, siempre consigue hacerme sonreír :)

8. Me siento realmente estafada con la tesis. Mi director me dijo que iba a ligar mucho en la biblioteca y allí sólo hay muchachas. Que me devuelvan mis créditos xDDD

9. Si alguna persona bienintencionada te ofrece un bombón mientras desayunas un zumo de piña, no te lo comas. Repito, no mezcles chocolate con zumo de piña. Es mejor que quedes mal a sufrir las consecuencias de mezclar ambos alimentos.

10. Cada año la navidad tiene menos presencia en mi casa. Este año había un Buda de esos panzones en la cuna en lugar del niño Jesús y si no nos lo advierte una visita, ni nos damos cuenta.

El año que viene... más.

Annus Horribilis

Lo correcto en estos días en los que el año agoniza, sería hacer un balance de las últimas 365 jornadas y establecer una serie de propósitos o peticiones para el 2008. Intentaré ser breve. El año 2007 ha sido una puta mierda. Al año nuevo sólo le pido que al menos no sea peor que éste que se marcha. Hechas las aclaraciones, deseo a cuantos me rodean un feliz y próspero año nuevo.

Mi querido nómada

Se dice que una persona es nómada cuando no tiene un territorio fijo como residencia permanente, sino que se desplaza con frecuencia de un lugar a otro. Cuando escuchamos el concepto nómada, pensamos irremediablemente en épocas históricas muy pero que muy lejanas. Sorprendentemente, en pleno siglo XXI todavía queda algún que otro nómada. Yo conozco uno al que llamaré mi querido nómada porque ciertamente lo quiero mucho, a veces lo quiero matar y otras veces lo quiero a secas, pero siempre le quiero.

Mi querido nómada comenzó su periplo de vivencias por Inglaterra y en la actualidad, ya está tanteando el cuarto país de residencia. Mi querido nómada no quiere que le admire, pero no lo puedo evitar. Él dice que no es valiente, pero ha dejado muchas cosas para ser consecuente con la vida que quiere vivir. Él dice que no lucha por lo que quiere, pero es capaz de darle su teléfono a una muchacha estando su novio-armario empotrado delante porque pensó que podría ser la madre de sus hijos. Él dice que no es fuerte, pero siguió bailando como si nada después de romperse la rodilla. Él dice que no es bueno, pero es capaz de dar todo lo que se le pide, hasta un mechón de su cabello. El dice que es un "dejao", pero se confecciona la agenda de un ministro para poder ver a todos sus amigos. Él se propuso a conciencia hacerme cambiar de parecer, pero no lo ha conseguido.

No sé cuándo terminará de ser un nómada, ni siquiera él lo sabe. Sólo quiero decirle, porque sé que lee este blog, que aunque nos desesperemos mutuamente por nuestra forma de ser, cada vez que vuelva, estaré aquí para darle un abrazo.

Y ahora, dedicada a mi querido nómada, una historieta de vampiros.

Mensaje corporal

Ya escribí en este blog sobre los tatuajes, pero me limité a buscarles un sentido sociológico. Siempre he entendido el tatuaje como un elemento de información acerca de su poseedor. Al fin y al cabo es como una especie de mensaje corporal que identifica uno o varios aspectos de nuestra personalidad, nuestra forma de pensar o sentir. Eso siempre que no se hagan por mero gusto estético. A continuación, extraigo serias conclusiones acerca de algunos tatuajes que me he encontrado en Internet.



Queda claro que el dueño de este tatuaje goza jugando a las siete y media. Es más, me atrevería a decir que es el campeón de su barrio.



Estas singulares etiquetas indican que el muchacho que las luce es un simpático friki amante de la informática. A mí me resulta bastante gracioso, pero imagino a su madre diciéndole: “pero hijo, ¿qué te has puesto ahí?, ¿no te puedes tatuar una calavera como tus amigos?”.



Y de frikis informáticos, pasamos al apartado de frikis de los videojuegos. El dueño de estas posaderas debe tener unos años y está claro que vivió gran parte de su infancia en las salas de juegos recreativos.



Del mismo modo, la poseedora de este tatuaje puede ser amante de los videojuegos o vete tú a saber. Lo mejor sería que esta muchacha se juntara con el de arriba.



El dueño o dueña de este tatuaje tiene pinta de ser una persona que busca la comodidad. También podemos estar frente a un diseñador de muebles. Sea lo que sea, creo que sería de las pocas personas a las que me atrevería a preguntarle por qué coño se ha tatuado eso.



De éste, prefiero no sacar conclusiónes.

Mis disculpas si se sienten ofendidos por mis comentarios los dueños de los tatuajes, pero si los muestran al mundo, es para que los mortales especulemos sobre su significado. Eso implica que podéis hacerlo conmigo también. Asumiré las consecuencias xDDD

Feliz Nochenavidad

No es que sea yo muy afín a la Navidad. Aún así, os deseo a todos los que vivís estos días con cierta ilusión, que paséis una fiestas estupendas.

Examen de conciencia

Cuando se sentía mal, le gustaba caminar solo durante largas horas. Se alejaba todo lo que podía de la civilización. Se adentraba por senderos inhóspitos hasta llegar a lugares carentes de vida. Le parecía que estando lo más aislado posible, no tendría más remedio que plantearse sus problemas e intentar buscarles una solución. Hacía ya tiempo que realizaba esta terapia con el fin de escucharse a sí mismo. Claro que también le daba miedo porque no solía gustarle lo que se tenía que decir. Procuraba mantenerse ocupado para que el quehacer diario acallara las voces de su locura pero de vez en cuando, su conciencia le obligaba a mantener un duro momento de reflexión.

Por el camino se limitaba a divagar sobre lo humano y lo divino y sólo cuando se encontraba en el lugar indicado, se planteaba las cuestiones importantes. Así lo había decidido y así lo hacía. Siempre que estaba en su confesionario personal, pensaba lo mismo, que quizás sería mejor compartir sus miedos y sus dudas con alguien, pero luego recordaba que durante mucho tiempo nadie le quiso escuchar y aprendió a callarse. Además, jamás se le dio bien expresar sus sentimientos. Entonces, se convencía a sí mismo de que aquella manera de afrontar los problemas era la correcta entre otras cosas, porque había aprendido que nunca se debe llorar en público y se sentía muy mal cuando lo hacía. Allí se encontraba seguro del resto de la humanidad y podía dejar caer sus lágrimas sin tener que esconderse.

El examen de conciencia siempre incluía un pormenorizado análisis de sus dudas, de cada una de las cosas que le pasaban y que sentía con sus consecuentes por qués y sus intentos de respuesta. La mayoría de las veces no llegaba a contestarse, pero al menos se dejaba pistas o simplemente pensaba las cosas con tranquilidad y con una cierta distancia emocional.

Por momentos se frustraba, se inquietaba, se asustaba, lloraba y se odiaba, pero siempre lograba mantener la calma lo suficiente como para tener unos instantes de lucidez. Llevaba tantos años haciéndolo que se había convertido en todo un ritual mecánico de sentimientos y pensamientos. Al final, incluso cuando no sacaba ninguna conclusión, ni una pista ni lograba mantener la calma, hallaba un motivo, por insignificante que fuera, para continuar. En esta ocasión no lo encontró. Como caso excepcional, decidió darse de margen el camino de vuelta para encontrar un indicio de vida dentro de él.

Aún no ha regresado...

El poder de flipar

"Nunca subestimes el poder de flipar", decía mi querido Luis en una de esas frías mañanas rodeados de monitores, magnetoscopios y demás utensilios ubicados en aquel acogedor control de realización. En cierto modo, pese a lo extraño de la sentencia, tenía razón. Y es que hay días en los que no te acuestas sabiendo algo más, sino flipando por algún motivo que hasta la fecha no se había presentado. Hoy ha sido uno de esos días.

La conversación fluía por el dilatado tiempo de dos horas y venía notando como aquel muchacho me hablaba de usted, claro que como había mucho ruido en el bar, tampoco quería soltarle una afirmación rotunda con su consiguiente bronca rotunda. Pensé durante largo tiempo que me engañaban mis sentidos. Tras varios supuestos "ustedes" y un mosqueo considerable, le pregunto con toda naturalidad: ¿me estás llamando de usted?. Mi interlocutor afirma con una sonrisa tímida. Yo, loading... bronca, le comento que si me ve tan sumamente viejuna como para eso. La respuesta ha sido espectacular: "no le llamo de usted por su edad sino porque posee una titulación superior". Mi cara ha debido resultar un poema de métrica asonante porque él se explicaba y argumentaba su teoría de forma atropellada. Aunque sinceramente yo ya no podía escucharle, estaba experimentando el poder de flipar...

La banda sonora de mi vida III

Así es como me siento cuando, tras caminar durante años, me doy cuenta de que sigo en el punto de partida.

¡Virgen de la moto!

Una de las nuevas tradiciones de la navidad (nótese la antítesis entre el concepto "nuevo" y el concepto "tradición") es la de comercializar calendarios benéficos. Los primeros en apuntarse a este menester fueron los bomberos, quienes entre escaleras, mangueras y coches rojos mostraban sus torsos desnudos para delirio de las pirómanas de la localidad. Luego, les siguieron equipos deportivos de regional preferente sin patrocinador. Más tarde, diversos colectivos de toda índole y hasta algunas asociaciones de marujas de barrio.

Este año me noto sobresaltada por un nuevo calendario solidario que integran nada más y nada menos que los cuerpos de cristo en la tierra más bellos del Vaticano. Y es que los curas también han decidido unirse a la nueva tradición para que luego no digan que la Iglesia no se moderniza. Con todos ustedes... el "Padre Marzo"...

Por supuesto, los lozanos curas posan bien cubiertos con su sotana y lo hacen acompañados de algunos de los monumentos e iconos más significativos de la Santa Madre Iglesia. ¿Podría alguno de ellos hacernos recobrar la fe?, ¿alguna oveja descarriada se confesaría con este santo varón...?

Momentos patéticos

Prometí no hablar de mi vida en este blog por muchos motivos que no vienen al caso. Hoy voy a hacer una excepción porque me lo ha pedido la única persona que tiene que ir de cena de empresa a otro continente (un besis, corasón). Confirmo que el título de esta entrada podría componer una saga que sería la envidia del mismísimo George Lucas. Y es que mi vida está llena de momentos absurdos, patéticos y surrealistas que algún día me entretendré en recopilar para que las futuras generaciones estudien el devenir cotidiano de un extraño ser post-modernista.

Era mi primer año de instituto y acababa de colgar el uniforme. Tenía 13 años y por aquellos tiempos, era uno de los seres más cándidos que pululaban por el planeta. Aún así, no sé si sería por mi aspecto físico o mi manera de vestir, pero no parecía el alma de cántaro que realmente era. El caso es que yo estudiaba en un instituto que se encontraba en el pleno centro de la ciudad. En los recreos, salíamos a una de las plazas más céntricas, por la que casi toda Murcia pasaba a esas horas.

Por aquellos tiempos, solía pasearse por nuestro "patio de recreo" un cantante que tenía cierta fama en los círculos musicales alternativos. Era muy pintoresco porque tenía una mata de pelo rizado que apenas dejaba ver su cara. Cada vez que pasaba, todo el mundo le miraba, se daba codazos y hablaba de aquel fulano y de su grupo que, parecía ser, sonaba muy bien.

Un buen día, estaba yo sentadita en un banco de la citada plaza, cuando aquel muchacho de extensa melena rizada se me acercó. Me preguntó: "¿tienes papel?". Yo le mostré una de mis mejores sonrisas al prometedor músico y le dije: "claro que sí, buen hombre". Entonces, abrí mi archivador y comencé a buscar al mismo tiempo que preguntaba... "¿de rayas o de cuadros? El muchacho se echó a reír y me dijo, "anda, déjalo... pero gracias ehhh". Se marchó descojonándose y yo me quedé con mis folios en la mano sin entender nada.

Con el tiempo, los rumores de que su grupo sonaba bien se confirmaron. Creo que se cambiaron el nombre y ahora se llaman M-Clan...

Los beneficios de la música

Existen estudios que demuestran que la música hace más inteligentes a las personas, ya que facilita el aprendizaje. Científicos estadounidenses están realizando una investigación con enfermos de alzheimer y de momento, un alto tanto por ciento han conseguido mejorar gracias a la música de Mozart.

Hará como dos años, el hospital de Ciudad Real fue pionero en realizar sesiones de musicoterapia para pacientes de larga estancia. Los mejores músicos de la provincia iban, por propia voluntad y sin cobrar un euro, a dar un recital a los enfermos una vez por semana. Aunque no se ha llevado un seguimiento científico de si los pacientes mejoraban o no con la terapia, los enfermeros aseguraban que éstos se encontraban mejor tras las sesiones musicales.

No hace mucho, otro estudio reveló que la música que más relaja, la que amansa a la fiera que llevamos dentro, no es de ningún estilo concreto, sino la que más le gusta a cada uno. Esta conclusión me tranquilizó bastante porque me pongo de los nervios con la música esa de océanos y pajarillos y ya estaba empezando a pensar mal de mí misma.

Así pues, no permitáis que nadie os diga "quita esa música". Si lo hacéis, seréis menos inteligentes, estaréis menos sanos y os pondréis de mala leche. Lo dice la ciencia...

Decálogo semanal

Bueno, todavía sigo necesitando unas vacaciones de mí misma. Aún así no puedo dejar de observar y creo que ya va tocando dejar otro decálogo (patente pendiente) de cosas de las que me he dado cuenta durante esta semana.

1. No es lo mismo ser "fea pa perro" que ser "más fea que una tormenta de mierda", no, no es lo mismo.

2. Diez años después, todavía me sigue poniendo los pelos de punta de una manera espectacular escuchar aquello de: "quiero volar, lejos de aquí escapar, quiero ser la lluvia al otro lado del cristal, quizás alguien me espere en la oscuridad..."

3. Las grapas nunca cogen todos los folios. Da igual que sean 3 hojas que 300. Siempre le pondrán un tamaño de grapa muy ajustado que propiciará que los últimos folios se suelten.

4. He descubierto la razón por la que a los murcianos les encantan las brasileñas. Sí, la culpa la tuvo, la tiene y la tendrá siempre... el entierro de la sardina!!!

5. La presunta obviedad que presenta el interrogante ¿puede ser virgen una prostituta?, da para demasiadas horas de debate.

6. El hecho de haber estudiado en un instituto que se considera patrimonio cultural, te hace ver al resto de centros de secundaria como cutres cajas para ratones.

7. Cada día me siento más privilegiada cuando veo "Muchachada nui". Con eso de ser murciana y haber estado viviendo en la mancha manchega, no hay palabro que se me escape del vocabulario chanante.

8. Me queda claro que la melancolía de aquellos maravillosos años no ayuda a progresar, pero es escalofriante sentir que, aunque sea por un solo día, el tiempo no ha pasado.

9. No me van a hacer un control de alcoholemia en la vida. A Dios, Ala, Buda y similares pongo por testigos de que un día me paro y les pido que me dejen soplar por curiosidad antropológica.

10. Cada año odio más la navidad. Temo que pronto me visitarán tres fantasmas...

Regresiones

Hay épocas de tu vida en las que no puedes evitar que tu pasado se convierta en presente. Esas personas que vuelven, esas situaciones que se dan de nuevo, esos lugares a los que decides retornar. Son muchas las sensaciones que se agolpan, claro que ahora tienes una cierta madurez y lo asimilas todo de una manera mucho más contemplativa. En ocasiones recuerdas cómo fueron tus vivencias y lo analizas todo, lo comparas y por qué no decirlo, en algunos casos te surge hasta cierta melancolía.

Siempre me han asustado los fantasmas del pasado. Creo que una de las peores etapas de mi vida fue cuando estaba en paro y me ofrecieron mi anterior trabajo y al mismo tiempo, volvió a tentarme un amor de juventud. Jamás he podido estancarme ni me he permitido dar pasos atrás. No concibo la vida si no es con una proyección, aunque sea a peor pero nunca, aunque cueste, dejarme caer en la absurda espiral que me rodea.

El caso es que ahora que me encuentro en etapa de regresión, me ha dado por analizar y he descubierto que antes era feliz y que ahora no lo soy. Y sé que no puedo volver porque yo ya no soy la misma ni tampoco mis circunstancias. Aún así, ahora más que nunca, me resulta complicado avanzar sin volver la vista atrás. Creo que esto de regresar al instituto me está afectando demasiado...

Alone

Supongo que a más de uno le pasará que a veces se le incrusta una canción en lo más hondo del subconsciente. Yo llevo varios días que no puedo dejar de escuchar este tema de The Gathering. No sé si será porque me sentó muy mal la noticia de que Anneke abandonara el grupo y el concepto "Alone" me está obsesionando. Ya se va uno acostumbrando a que las bandas que le gustan se desintegren pero en este caso, está siendo complicado. No imagino las canciones de The Gathering cantadas por alguien que no sea Anneke ni a Anneke cantando algo que no sean los temas de The Gathering. Tampoco me quiero poner melancólica pero para mí la música tiene el don de hacerme sentir, incluso cuando he perdido el alma. En el caso de The Gathering, muchas de sus canciones han sido la banda sonora de mi vida. Ahora siento que me dejan así...