martes, 22 de abril de 2008

I´ve got the golden ticket

Las dependencias de la Administración pública se valen de un sistema a la hora de atender al público. Dicho sistema se basa en la recogida de un tique de una maquinita. Dicho número permitirá establecer un orden para atender a los usuarios, en función de su llegada a las dependencias públicas. Así pues, uno saca su número de la máquina y espera a que su cifra aparezca en los paneles instalados en las mesas de atención al público. El comentario no se refiere a lo novedoso del sistema. Queridos y queridas, el Pryca ya utilizaba ese método en su pescadería cuando se hacía la mili con lanza.

El caso es que, en un momento dado, alguien saca dos números. No se sabe muy bien quién empieza la cadena, pero el juego discurre así: la persona que saca dos números utiliza uno y el otro lo dona de forma altruista a alguien que tenga un número mayor. Así pues, le hace ascender unos cuantos puestos en la cola y le ahorra un tiempo indeterminado de espera. Cuando la persona que recibe el número ha terminado sus gestiones, dona su tique original a otra persona que haya llegado después y le evita otro tanto tiempo de espera. Y no sé cómo ni por qué, siempre hay un número que pasa de mano en mano a modo de favor desinteresado hacia uno de los “esperantes”.

No sabría decir qué tipo de características reúne mi persona, pero siempre soy galardonada con un tique que me hace avanzar puestos en la cola. Luego, yo tengo que regalar el mío, pues aunque no existe ninguna maldición para quien rompe la cadena, ya conocemos eso del primer principio de la termodinámica. El caso es que cuando me toca a mí premiar, me fijo siempre en dos premisas: el número de llamadas que reciben los sujetos al móvil y la posición de los cuerpos. Si una persona recibe muchas llamadas (de trabajo, entiéndase), tendrá prisa por reincorporarse a su puesto, así que merece avanzar en la cola. Si una persona adquiere posición oblicua, está realmente cansada de estar en pie y merece avanzar en la cola. Si alguien recibe muchas llamadas de trabajo al mismo tiempo que adquiere posición oblicua, será galardonado con mi tique.

A veces pienso en si la gente también creará sus propios parámetros para la cesión de su puesto. Otras veces me analizo para intentar saber por qué me lo ceden a mí. La gran mayoría de las ocasiones medito acerca de la creación espontánea de ese juego de siniestra selección bienintencionada y altruista. El resto de las veces me dedico simplemente a hacer viajes astrales. El caso es que dos horas de espera para entregar un papel, dan para pensar mucho.

19 comentarios:

Emilio dijo...

Pues a mi no me ceden nunca ningún número, debe ser que perciben de alguna manera que soy un aspirante a estar al otro lado del mostrador. La gente odia a los funcionarios. la verdad que tampoco he tenido que esperar dos horas a que me atiendan en una Administración! En tu caso te ha inspirado este post,creo que ha merecido la pena. Al menos para este lector.

Ego dijo...

Mare santa, esto me recuerda que mañana debería de ir a Hacienda...
Mare santa, esto me recuerda que mañana debería de ir a la pescadería...
Mare santa, burocracia. Cuando un palabro hace que se acumule saliva en los incisivos inferiores, mala palabra ha de ser.
Besillos televisivos

Pekeño dijo...

Puto crio!!!

Ego dijo...

Apostilla:

Querida Isabel:
Mañana (ya hoy)es el Día del Libro.
Risto ha sacado un libro.

¿Recuerdas los silogismos de Filosofía de 3º de BUP?
Un (b)esillo

Raúl Perelló dijo...

Creo que alguien en Wisconsin rompió la cadena y Bush salió reelegido como presidente.
No dejemos que vuelva Aznar.

Besicos varios, querida.

AleLo dijo...

y el numero donde lo saco???'
Yo tampoco he sido beneficiada nunca con un numerito que me acerque..... siempre me alejo más!!
Besosososss

ecgeson dijo...

Con permiso... Lo que dices es sólo cierto en parte. La gente que dona y es galardonada con el premio de una menor espera, es siempre la misma. Es una estirpe, de bajo porcentaje, como una mutación genética. De tal manera que el resto de los usuarios no somos afectados por esa situación...Así que dichosa tú, Dark, tocada por la varita de la fortuna

Anónimo dijo...

Yo no para de hablar por el movil y estoy ligeramente oblicuo....ora me apoyo en un pie, ora en el otro... ¿recibiré el premio? o ¿me tocará como casi siempre ver la alegría de los premiados?

Anónimo dijo...

Ufffffffff¡¡¡¡ no soporto las colas, cada día menos. Si vas tempranos malo, todo el mundo parece que ese día deciden levantarse temprano e ir todos al mismo sitio, a esperar. Si vas a media mañana parece que estás en un parque de atracciones de la gente que hay. Y después ya está las colas con sus conversaciones de todo tipo y con la tipica persona que decide ese dia preguntarlo todo y sin importarle que la cola crece y crece y que hay más gente que quiere hacer "algo"......... arffffffffffff

No me guzzzzzzzztttttaaaaaaaaaaa¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡.

Biquiños.

Ana dijo...

Nunca había reflexionado en este tema,pero es totalmente como dices.Se crea una cadena que nadie rompe!
Me pasó varias sacr dos tickets porque tengo que hacer gestiones diferentes y nunca sé si llegaré a tiempo para el primer ticket...luego sino uso el segundo lo regalo....y sigue la cadena

Besos

ed.expunctor dijo...

Olvidas un dato fundamental: el suelo. En el suelo casi siempre hay, doblado o arrugado, algún tique arrojado por esos personajes que cogen dos por si uno se le pierde... Yo he avanzado más puestos así que de la otra forma: sólo me dieron uno, y no en una dependencia administrativa, sino en un banco, pero fue la caña porque me ahorró una cola que ni en toda la Expo'92.

Anónimo dijo...

Hacía mucho que no me pasaba por aqui. Yo debo ser afortunada o bien doy mucha pena, a mi varias veces me han dado el numerito y por desgracia tengo que ir con frecuencia a estos sitios, yo para dar mi número no fijo como tu en esos detalles siempre se los doy a los abuelillos.
Me alegra volver por aqui
Arianrhod

Nuevo Ícaro dijo...

Pues a mi nunca me han dado numerito, claro que la cara de mala ostia que se me pone en estas colas no debe de ayudar mucho, sera eso.

BK dijo...

No tenía ni idea de que funcionara algo así!!!! :-O

Border dijo...

Yo nunca he logrado ser beneficiado con un ticket.
Quizas debo hacerle caso a mi abogado, despues de responder la enesima carta documento por fealdad y asustar sin querer en la via publica, de que si o si necesito salir con mascara a la calle o me deje crecer la barba.
Si los feos son bellos por dentro entonces seguramente sere el bradd Pitt de las bellezas interiores.jajjaa

Besote grande.
Buen dia mañana.
Namaste.

partage dijo...

Bueno, bueno a mi esque nunca me han donado un ticket la verdad.
Tambien es verdad que hace mucho tiempo que no estoy delante de ninguna de las maquinas estas.
La última fue en el médico e imaginate el percal.
Un besazo guapa!!!!

Duckland dijo...

Si te veo venir como creo, ya sé por qué eres una de esas ninfas merecedoras del ticket dorado: tu cara. Tu actitud.
No se tu, pero yo soy toda resoplidos, golpecitos y cejas altivas.
Yo no me daría el ticket jamás.
No me lo merezco. Por lo tanto, ya me cuido yo de estar la primera en la cola, como si de un concierto teenager se tratara.

Un beso, pequeña.

Thedarksunrise dijo...

Muchas gracias a todos por los comentarios y por pasar por aquí :) Besisss

Anónimo dijo...

¡Cuánta razón tienes!

En lo único que no estoy de acuerdo contigo es en lo del reparto de los tickets. Creo que hay mejores métodos de elección.

Vivan la burrocracia y las colas eternas.