viernes, 2 de noviembre de 2018

Reflexión sobre la eternidad

La muerte nos hace eternos, se lleva nuestro dolor y nos sitúa por encima del bien y del mal. 

En una sociedad donde todo es efímero, donde nada dura mucho tiempo, la muerte nos permite ser imborrables, indelebles, imperturbables. Nos fija en la historia y en la memoria de los demás como un fotograma. Lo que somos tras su paso, seremos para siempre. 

El amor, la amistad, los principios son traicionados y modificados cada vez más rápido. El epitafio,  el gélido mármol y los recuerdos no cambiarán mañana. 


Crudelius est, quam mori, semper timere mortem.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Sabes que siempre vas a tener a mucha gente que te querrá, aunque tú no los quieras. Gente que estaría contigo siempre y a pesar de todo, para apoyarte en lo que necesites