martes, 9 de febrero de 2010

Decálogo del Feisbuc

Me he hecho un feisbuc y ahora soy peor persona. Aquí presento un decálogo de cosas que están empobreciendo mi espíritu desde que metí mis narices y mis datos en esta red social.

1. He descubierto que soy una cotilla. Ya apenas me diferencio de aquellos a quienes odio: personas que compran el Diez Minutos, peluqueras cuyo trabajo consiste en un 50% en rajar de los demás o tertulianos del Sálvame. Lo peor es que es adictivo, como una droga, y ya no puedo detenerme antes de sopetear los perfiles.

2. El feisbuc está aumentando considerablemente mi psicopatía. Si mañana pusieran un contador de visitas de perfil en el último mes, seguro que un muchacho en concreto me pondrían una orden de alejamiento. Sinceramente, hace tiempo que espero encontrar a la Guardia Civil en la puerta de casa cuando vuelvo del trabajo.

3. Este invento te plantea grandes dilemas morales a la hora de agregar a algunas personas. Ya sabes, el típico compañero de clase que ni fu ni fa, el hermano/a de aquella amiga, el novio de fulanita y demás modelos de seres que te dejan un buen rato meditando si aceptar o ignorar.

4. Y si te surge un dilema moral cuando no sabes qué hacer con determinada solicitud, lo que te da es resquemor cuando compruebas que alguien no te ha admitido a ti. En cierto modo es como si te hiciesen “la cobra” de la amistad.

5. El feisbuc está muy bien para volver a tener contacto con gente del pasado. Es maravilloso descubrir que tu mejor amiga del colegio se ha operado las tetas y la cara, tiene 220 fotos en las que sólo aparece ella haciendo poses estúpidas y su muro de publicaciones es una cascada de chorradas sin fundamento.

6. Todo ello no es nada comparado con la palpitación que te nace al entrar en el perfil de alguien malvado, pérfido, más malo que la tiña y/o modelo supino de la hijoputez y encontrar ese mensaje que reza “tienes un amigo en común”. Duele, palabrita del niño Jesús.

7. Me paso el día mandando cervezas virtuales a amigos con los que hace meses que no me tomo una cerveza de verdad en un bar de verdad. Manda webos.

8. Me he afiliado a grupos tan relevantes y de gran trascendencia social como “las croquetas se rebozan con las manos” o “me gusta la canción del Mercadona”.

9. He descubierto que con la granja y la pecera me pasa como con las drogas duras; que, visto lo visto, me da miedo probarlas por si me engancho.

10. Pero si el Feisbuc ha empobrecido mi alma en algún aspecto es que, desde que me abrí la dichosa cuenta, ya no puedo hacer el tonto a gusto cuando alguien hace una foto, por eso de que mañana me criticarán más de 2.000 personas, entre contactos y contactos de los contactos.

7 comentarios:

Ego dijo...

Me preocupa el punto 7. Mucho. Querida, cenemos el Viernes.

Comando anti Feisbuc vigente.

Besos con lentillas

Anónimo dijo...

El punto 9 no tiene desperidicio. Sobre el resto... lo comparto todo 100%, qué te voy a contar que no sepas...
Bueno, sólo una cosa: Churri, eres periodista, lo de maruja venía de antes del fb, lo q pasa es q la cosa esta te lo realza, a lo wonderbra, vamos.
Un besote :P

MT

Pekeño dijo...

Madre mida, que rision!!! Yo he vivido de cerca tu llegada a las dimensiones del caralibro, feisbuc o como lo quieras castellanizar y este decalogo me ha parecido muy gracioso, me he reido bastante, sobre todo con el punto 6. Que buena que eres, milady.

Un besuco.

Raúl Perelló dijo...

Yo es que no sé cómo te metes en estos líos, mira que te avisé que no lo hicieras.
Esto te ha cambiado. Me percaté el otro día cuando, al verme, tu primer comentario fue del Facebook.

Besicos varios, querida.

PD: Tú antes molabas.

Unknown dijo...

Facefuck es una cosa muy mala. Por mi parte me lo dejo tod el dia abierto, hasta en el trabajo y la facultad.

Lo de agregar a gente a manta es lo típico, aunque hay que bloquear a gente de vez en cuando para que no se te suban a las barbas.

Lo de entrar en miles de millones de grupos es inevitable, pero tampoco es tan malo siempre que no sean grupos de apologia de la delincuencia o cosas así...

Y no quiero acabar el mensaje sin cantar:

Mercadona, mercadonaaaaa

Miguel Molina dijo...

Amén.

Yo llevo cuatro días metido por ahí y voy acumulando puntos de los que vas citando. Cualquier día de estos me largo.

Saludos

Unknown dijo...

Lo peor de Facebook es que puede ser antesala para cosas aun peores como Meetic, Badoo o Zoosk...