lunes, 23 de marzo de 2009

Pórtate bien

Deambulaba de buena mañana entre los pasillos de una gran superficie. Normalmente, suelo caminar con una dosis considerable de empanadilla mental, por lo que, si un rinoceronte blanco me retara para llevarse la última bolsa de tomates en oferta, ni me daría cuenta. El caso es que hoy me han bajado de la nube, y no ha sido un animal salvaje de considerables dimensiones, sino una niña pequeña. La menor, en un palpable estado nervioso, se ha enredado con mi cesta de compra y me ha hecho despertar de mi satisfactoria evasión.

Casi de inmediato, la madre de la chiquilla emite una disculpa por la travesura infantil. Con una amplia sonrisa, le quito importancia al asunto. Lo que jamás le podré perdonar a esa señora, aunque ella nunca lo sepa, es lo que le ha dicho a su niña después del incidente: "Pórtate bien y te compraré cosas bonitas".

Queridos padres, madres y tutores legales del mundo. No es que me considere yo apta para la pedagogía, ni muchísimo menos, pero creo que si educan a sus hijos bajo la premisa: esfuérzate y trabaja duro que a cambio te lloverán objetos materiales, les esperará un futuro un tanto complejo. Siempre he pensado que educar a un hijo es más difícil que pintar litografías con los dedos meñiques de los pies, pero hay que tener, al menos, conciencia de ciertas cosas, pues hay palabras que marcan personalidades. Sólo eso.

7 comentarios:

Ego dijo...

El futuro es complejo en tanto en cuanto no existe.

Por otro lado, me veo en la coyuntura de indicar que sí podrías ser buena pedagoga.

Aunque no me hagas caso, que de un tiempo a esta parte ando rayada...

Obviamente, las litografías que podría yo pintar con mis meñiques serían, por lo menos, dignas de la feria ASCO.

Un (b)eso

Veronika dijo...

Estoy totalmente de acuerdo. El día que sea madre mi hijo va a ser el marginado de la clase, porque no pienso comprarle un puto movil hasta que cumpla la mayoría de edad... eso entre otras cosas.

Beso.

Nuevo Ícaro dijo...

El comentario de la madre es típico de los tiempos que nos ha tocado vivir. El consumismo nos invade y devora las conciencias de muchos padres que creen que la felicidad consiste en una gran casa y un coche con muchos caballos; es una mentalidad, una creencia consecuencia del capitalismo voraz en el que vivimos, y que transmitimos a nuestros hijos (Espero que nunca me pase) porque es en lo único que creemos. Aunque a veces es un simple chantaje,erroneo y de graves consecuencias para el futuro de los hijos pero chantaje.

Saludos, para la zombi errante de los mega-super-hiper.

Gittana dijo...

Buen consejo... Creo que educar a los peques es la tarea más difícil...

Pero si lo hacemos con amor, y respeto, ellos nos proveeran de lo mismo...

besos...

ecgeson dijo...

Con permiso...
Completamente de acuerdo, no se puede educar en función del premio o castigo, sino por convicciones y valores más profundos.
Sin embargo desde la barrera todos educamos muy bien. Tengo un compañero que tiene 3 hijos; cuando comentamos cosas como éstas, me sonríe y me dice: "te espero"

AleLo dijo...

Sono a mi madre!!!!!!!!!!!!!!!!!jajaj es lo mismo que ella me decía.. aunque tarde o temprano nos damos cuenta de la realidad..... espero que sea mas temprano que tarde!!
Besososososs

Still infatuation junkie dijo...

Querida,

Me fascina tu posibilidad de pensar en "la última bolsa de tomates en oferta" frente a un rinoceronte. Creo,sin darnos cuenta, muchos vamos por la vida confundiendola -la última bolsa- con todas esas cosas que nos prometieron cuando chicos. Y la realidad suele ser más salvaje que un rino-blanco.

Muchos muchos besis!