Antes de nada, felices fiestas y/o vacaciones de invierno a los pocos lectores que conserva este blog.
Es fecha de mazapanes, villancicos y balances anuales. Como ando poco inspirada, me ha dado por mirar los propósitos que me marqué para este año y casi muero de risa. En serio, hay entradas de blogs que deberían autodestuirse. ¿Cuándo inventarán esa aplicación? En fin, haciendo así un resumen amplio, este año ha sido muy malo. Y no estoy deseando que se acabe porque el que viene puede ser aún peor. Dicen que son rachas, pero sigo empeñada en que Dios, la providencia, el destino o lo que quiera que haya rigiendo el universo, me tiene manía y me fustiga constantemente con el látigo de su desprecio. Como siga así, pronto podré ser un personaje de Federico García Lorca. Así que al próximo año, al 2010, le pido básicamente que no me toque los cojones.
3 comentarios:
¿He dicho alguna vez que odio la Navidad (de los cojones)? Me da igual que acabe o no el año, sólo quiero que dejen de decirme en la tele, en emails, en mensajes al movil, etc, etc que sea feliz... Lo seré cuando me salga de las narcies.
Ejem... Pos eso, que a terminar bien el año y que el que viene se porte mejor contigo :)
Besooo!
MT
El año que viene nos reunimos así a finales de noviembre y formamos el comando anti-navidad (ve pensando maldades). Yo también deseo que el año se porte mu bien contigo. Gracias por escribir, churrica, y por estar ahí. Anímate, plis!! Besis y abrazos apretujaos.
Perla preciosa, yo sigo apostando por el Borracho's Party, esa fiesta en la cual todos estaremos etílicos.
La Navidad es un negocio estupendo, y lo sabemos. Lo que ocurre es que, de un modo u otro, siempre nos pilla ahí.
Yo a ti te deseo cosas hermosas, no sólo porque 2010 esté a punto de caramelico, sino porque te las mereces.
(Cucha, la camiseta con la foto putrefacta de un hígado y el texto 'Él nunca lo haría', también mola)
Besos musicales
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